Hay algo hermoso en la lluvia que pocos pueden ver. “Uh, mirá el clima, se puso feo… qué lástima, che”, dicen en los ascensores, en la calle, en casa, mientras corren a cerrar ventanas, a resguardarse, a esperar que pase. Atrincherándose como si el mundo estuviera por acabarse. Yo no. A mí abrime la ventana de par en par, déjame verla llegar. Quiero oler a tierra húmeda, a pastito mojado, quiero sentir el frescor. Que llueva. Que llueva sin timidez, que golpee los tejados con su tamborileo constante, que golpee la acera, que dibuje caminos en los vidrios. Que caigan las gotas de izquierda a derecha, y otro día al revés. Que en los charcos se formen burbujas y los autos, al pasar, levanten mini tsunamis en las esquinas. Que llueva y que llueva todo el día. Si puedo quedarme en casa, mejor. Pero si salgo, está bien igual. Llevaré el paraguas de pintitas, porque los paraguas no tienen por qué ser tristes. O caminaré, correré, buscando techos y refugios hasta llegar a destino. Como si la lluvia me molestara, como si la odiara. Que se caiga el cielo, que haga mucho ruido. ¿Por qué cae agua del cielo?, qué fenómeno más extraordinario. La lluvia riega campos, apaga incendios, equilibra el mundo sin que se lo pidamos. Si no es una bendición, ¿cómo la explicas? Tráeme el libro de la mesa de luz y te hago un cafecito. Te invito a mirar la lluvia. No faltes.
Team tibios
19 de febrero de 2023
Estos días en Buenos
Aires, bajó drásticamente la temperatura a tal punto de batir un récord de la
temperatura más baja registrada en el mes de febrero. Veníamos de un clima
donde no había más ropa por sacarse del calor que hacía, a un miércoles 15 de
febrero donde a partir de las tres de la tarde la sensación térmica pasó de 37
grados a 8°C.
Por un lado, no vengo a
hablar sobre esto, ¿pero se pusieron a pensar que esto es por el calentamiento
global? Y el calentamiento global no es algo de “qué mal que está la humanidad”.
Empieza por vos y por mí. Desde las cosas más bobas, las pavadas que podemos
hacer como reciclar las cosas que podamos en casa o poner el aire en 24°C.
Dicho esto, (no podía
dejar pasar el momento de concientización) pudimos sentir un poco de lo que es
nuestro invierno. Pudimos vivir en carne propia pasar de un calor desorbitante
a un frío que muchos de nosotros (de ustedes) extrañábamos (extrañaban). Y, ¿qué
les pareció? Creo que los #teaminvierno o #teamverano son parte de un “team”
porque celebran lo mejor de cada época. No creo que ningún team invierno disfrute
congelarse al entrar en la ducha o intentar salir de la cama, ni ningún team
verano se alegre de que le baje la presión haciendo una fila en la calle o
trabajar con tanto calor. Todos disfrutamos de estar de vacaciones, meterse en una
pileta, leer al solcito, tomarnos un helado. Y también de estar en casa
abrigados, tomando una taza de café calentito con el pijama más mullido
posible.
La cuestión es que ahora
todo este mamarracho de pronóstico está empezando a calmarse. Y yo aprovecho
estos pocos días en donde el frío frío se está yendo, y un calorcito apacible aparece.
Esos climas de veintipico de grados. 22°, 20°C, que te dan para ponerte un
abrigo tranqui, pero tampoco para prender la calefacción ni el aire acondicionado.
Esos días que para los team invierno y team verano no son nada, son tibios.
Me imagino una escena:
un día cualquiera, si es en media estación mejor, en un jardín de una casa; hay
un solcito que te baña la piel abrigándote, no te quema. También podés estar en
una playa, pero de esas que no hay nadie, una de esas costas donde realmente podés
escuchar las olas chocando en la orilla. No tenés frío porque el sol te abriga
y además no hay viento. Tampoco hace calor. Es un clima ideal. Estás sentado en
un asiento cómodo, mirando el verde o el mar. En una mesita al lado tenés un
mate con su termo y todo el kit. Algo rico para comer, unas facturas, algún
budín marmolado (ni de chocolate ni de vainilla porque #teamtibios). En las manos
un libro, de esos que te sumergen en la historia y te pasean por todo un mundo
nuevo. O puede ser uno informativo, de esos donde sacás un montón de cosas
interesantes…
Imagínate la escena que
más te guste. Sacale y agregale cosas. Si te gusta mucho la lluvia agregale
unas cuantas gotas y rayos… No te vayas tan lejos, buscá escenas cotidianas,
tangibles. Y recrealas. Búscate ese lugar de paz, donde se de toda la atmósfera
ideal para escaparte un ratito de la rutina y todos los días, aunque sea por un
ratito, ponete a hacer eso que tanto te gusta. ¿Escribir? ¿Leer? Quizás hasta
estudiar, con este clima quizás te sirve. Búscate tu momento para estar solo. No
para reflexionar ni pensar, ni siquiera para hacer insight. Para disfrutar,
para respirar, para agradecer y para simplemente, vivirlo. La de revoluciones
que te va a bajar…para mis amigos del team ansiosos, lo recomiendo. No estás
perdiendo tiempo de vida, la estás disfrutando.
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#2 La Hora de la Araña - James Patterson
8 de octubre de 2022

Vuelvo, después de muchos meses. No por falta de ganas; quizás un poco de
falta de tiempo, otro poco de distracciones con las redes sociales que nos
consumen lentamente el tiempo y la mente. Lo importante es que en todos estos
meses seguí leyendo. No paré. A mi ritmo, claro. Lento, pero continuo. Antes
tenía la costumbre de ir haciendo reseña cada vez que terminaba un libro porque
lo tenía fresco en la mente. Con las próximas reseñas no va a pasar lo mismo y
quizás por eso sean un poco más cortitas, pero no por eso voy a dejar de hacerlas.
Por lo menos no por ahora. Las voy a ir subiendo, nuevamente a mi tiempo,
porque pasatiempo que se hace por obligación y presión, deja de ser pasatiempo.
Dicho esto, el siguiente libro que leí después de “Ay mis Ancestros”, fue
el que bien dice el título de esta entrada: La Hora de la Araña.
¿Cómo llegó
el libro a mis manos?
Siento que cada libro tiene una pequeña historia detrás. Por más simple y
sencilla que parezca, por más que la historia sea “lo vi en la librería y me
gustó”. Algo de ese libro te llamó la atención, por eso compraste ese y no
otro, y voy a empezar a contar brevemente como vengo haciendo en alguna que
otra reseña, siempre que lo recuerde, la mini historia de cómo llegó el libro a
mis manos.
En este caso, este libro fue un regalo de un novio mío de aquel entonces,
que había prestado atención a mis gustos de aquel entonces, donde quizás por
casualidad, estaba leyendo mucha novela policial. Le mandamos un saludo a Edu y
le agradecemos el regalo por si algún día lee esto (¿). Jajaja. Siempre me
gustaron las novelas de John Katzenbach – incluso quiero leer en algún momento
la segunda parte de “El Psicoanalista”- (sí, tiene segunda parte y se llama “Jaque
al Psicoanalista”) así que un poco viene de ese lado. No recuerdo bien el año,
pudo haber sido alrededor del 2018 o 2019. No lo leí enseguida porque tenía
otros en la fila, pero lo guardé impoluto en mi biblioteca hasta este año.
¿De qué
trata?
Siempre dejo la sinopsis al comienzo de la entrada como para que tengan un
pantallazo de lo que puede llegar a tratar la reseña que están por leer, pero acá
quizás me explayo un poco más y lo traduzco más al criollo.
Nos encontramos con Alex Cross, un detective de homicidios de Washington
bastante famoso que también es psicólogo (guiño). Alex tiene dos hijos que
perdieron a su madre hace pocos años en un tiroteo. El libro comienza cuando él
y su compañero acuden a una escena del crimen cometida en los barrios bajos de
la ciudad. El asesinato es de una madre y sus dos hijos que viven en una zona
marginada de la ciudad. Este caso, inmediatamente pasa a segundo plano cuando se
enteran de que dos niños de un colegio de élite son secuestrados por su
profesor de matemáticas llamado Gary Soneji. Las víctimas son el hijo del
secretario del Tesoro Nacional y Maggie, hija de una famosa actriz de cine. La protección
de estos chicos iba a cargo del servicio liderado por Jezzie Flanagan que se
suma a la investigación de Alex Cross que en poco tiempo sospecha que ambas tragedias
pueden estar relacionadas entre sí.
Mi Opinión
Es el primer libro que leo de James Patterson y me pareció un thriller de fácil
lectura, escrito con un lenguaje sencillo. El libro es narrado a dos voces: una
en primera persona por el detective Alex Cross, y otra por un narrador
omnisciente. Los capítulos son cortos lo cual a mi me gusta porque puedo hacer
cortes en cualquier momento al terminar los capítulos y no estoy dos horas para
leerme uno. En total, son 89 capítulos, pero como dije, realmente muy cortos.
Es entretenido y se lee rápido. No es un thriller psicológico que uno diga “wow,
es la mejor historia que leí”. Incluso, hay partes bastante predecibles, pero sin
embargo, algunas también bastante sorpresivas.
De fondo, trata temas bastante profundos como el racismo y la dificultad de
una pareja formada entre un blanco y un negro para salir adelante en una
Washington situada unos veinte años atrás.
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#1 Ay mis Ancestros! - Anne Ancelin Schützenberger
19 de mayo de 2022

Araujo Herrera, C., & Almeida Rodríguez, M. (Enero - Junio de 2015). La Psicogenealogía, una herramienta en la medicina. CES Salud Pública, 6(1), 96-101.
- Página de Evelyne Bissone Jeufroy
- Scützenberger AA. Ay, mis ancestros. 2002 Ededitor. Buenos Aires: Omeba; 2002.
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Las 4 Leyes espirituales de la India ♥
10 de mayo de 2022
- La persona que llega es la persona correcta
- Lo que sucede es lo único que podría haber sucedido
- En cualquier momento que comiences, es el momento correcto
- Cundo algo termina, termina.
Bibliografía
Lopez, C. A., & Bergomi, P. I. (Diciembre de 2019).
Inteligencia Perceptiva aplicada al. Actas de Diseño, 29, 177-181.
Instagram: @magalitajes
reflexiones de otoño
24 de marzo de 2022
Nunca me olvido de que tengo este hermoso espacio, pero a veces no sé cómo usarlo o no tengo la energía para llevarlo como me gustaría… pero acá estoy, haciendo “respawn”, como diría mi hermana más chica que se dice en los juegos; siempre volviendo a aparecer.
Porque es como un viejo amigo, lo tenés en tu corazón y
lo querés, aunque no lo veas tan seguido. Y cuando volvés todo sigue igual.
Todo el amor al blog sigue intacto.
En una época atravesada mucho por la imagen, Instagram,
Youtube, Twitch, Tiktok y yo qué sé qué otra cosa, está bueno volver un poco a
las raíces, a la escritura, a usar un poquito más la terraza, a leer.
#QueVuelvanLosBlogs
Arranco la primera entrada del año casi en abril, despidiéndonos
del verano, del calor… y ya sintiendo los primeros frescores del otoño. Las
primeras lluvias… ¿son team invierno o team verano? A mi me pasa que el frío no
lo puedo tolerar tanto como quisiera. ¡Baja 1 grado y ya me tengo que abrigar! Pero
me gusta el “olor a otoño”, los baños calentitos. Me gusta una tarde como hoy,
con lluvia, tomando un café y mirando por la ventana. Con un libro cerquita. Es
como una sensación muy específica y subjetiva de comienzos, donde se siente la
llegada de las Pascuas, es como que se le da la bienvenida oficial al año. Hola
2022… bueno, vamos a trabajar así, de esta manera, estos son mis objetivos…
Mentiría diciendo que voy a estar más activa por acá
porque siempre digo lo mismo y no lo hago. O lo hago unos meses y después
desaparezco. Pero sí cada tanto voy a aparecer con nuevas reseñas, alguna que otra
publicación de psicología y por qué no, meterle algunas reflexiones o temas
nuevos míos que se pueden tocar.
Este abril se me hace especial porque es el primer abril,
el primer otoño que no me encuentra cursando en la facultad. El año pasado
terminé y aprobé toda la cursada de la carrera y ahora solo me quedan algunos
finales que tengo que liquidar entre mayo y julio. Por eso se me hace raro no
comenzar cursando alguna materia, estar inscribiéndome a las cátedras o
volviendo a la facultad. ¡Justo cuando este año se volvió a la presencialidad! Igual
mejor, me pasé muchos años viajando 10 horas por semana y a veces más, yendo y
viniendo de la universidad. Era hora de terminar. Siento que este año se está
cerrando un ciclo y comenzando uno nuevo que es muy importante. Y así como de
importante también genera miedos e inseguridades. Pero es necesario pasar por
esto. Deséenme mucha suerte y buenas energías. Lo mismo les deseo a ustedes. El
otoño arranca con algunas lluvias potentes, pero sin lluvias no crecen las flores!
#5 El Guardián entre el Centeno - J.D.Salinger
17 de diciembre de 2021

Finalmente arranco una reseña que me costó bastante comenzar. Leer el libro
no fue fácil tampoco pero como es corto, tampoco es que fue difícil.
El guardián entre el centeno es un libro que tenía pendiente hace ya varios
años pero nunca me llamaba la atención leer. Eran esos libros que guardaba en la
biblioteca esperando el momento óptimo para sacar a la luz. Un día, haciendo
una publicación en Instagram (que, por cierto me pueden seguir en www.instagram.com/desde.mi.terraza)
un amigo me recomendó leer este libro y me acordé que aún lo tenía guardado. Lo
saqué, no me llamó mucho la atención la historia, pero era cortito y dije “bueno,
puedo darle una oportunidad”.
El libro trata de un adolescente llamado Holden Caufield (son esos
nombres que no te olvidás nunca) que nos cuenta lo que sucedió unos días atrás.
A Holden lo “invitan a retirarse” de la secundaria, el Instituto Pensey, donde
estaba estudiando por reprobar demasiadas materias (si mal no recuerdo). La cuestión
es que es un colegio pupilo, donde duerme en una habitación compartida y debe
entonces volver a su hogar con sus padres y su hermana dentro de los tres días
siguientes. En vez de volver enseguida decide dedicar los días que le quedan a
pasear por la ciudad de Nueva York y el libro básicamente trata de sus
peripecias por la ciudad dentro de ese tiempo. Y bueno, no digo más.
Lo interesante del libro no es tanto lo que le sucede a Holden, sino irlo
acompañando mentalmente, observando lo que le pasa, sus sentimientos y
pensamientos (ya que está escrito en primera persona) e intentar entenderlo
(cosa difícil ya que es un adolescente). Nos metemos en una mente desordenada,
casi oscura, donde todo es muy polarizado: o algo lo entusiasma plenamente o lo
deprime y lo hunde hasta el mismísimo infierno. No hay grises en su vida. Odia fuertísimo
a algún personaje y ama con locura por ejemplo a su pequeña hermana Phoebe. También,
está pasando por el duelo de su hermano mayor que ha fallecido hace poco.
El libro es un reflejo de la adolescencia, etapa complicada para todos y a
veces oscura. Por eso también es difícil de leer para cierto público. Sin embargo,
para mucha gente este es uno de sus libros favoritos y se sienten muy identificados
con Holden y su humor cínico y sarcástico.
Como es un libro relatado por un adolescente, utiliza un lenguaje coloquial que hace que la lectura sea rápida. No tanto así liviana si uno realmente se mete en la cabeza del personaje.
DATOS CURIOSOS
- Es uno
de los libros más vendidos en el mundo. Se han vendido más de 60 millones de
ejemplares de la novela y cada año se venden más de 250 mil.
- Varios
asesinos famosos tomaron el libro como referencia. Por ejemplo, Mark David
Chapman, el asesino de John Lennon, el día que lo asesinó había comprado un
ejemplar del libro y escribió en él “Esta es mi declaración”. Luego de haberlo
matado, se quedó esperando a que llegara la policía a arrestarlo mientras leía
la novela. Luego cuando tuvo que declarar dijo “Estoy seguro de que la mayor
parte de mí es Holden Caulfield, el personaje principal del libro. El resto de
mí debe ser el diablo”. ¿Creepy, no?
¿POR QUÉ SE LLAMA ASÍ?
Algo que me llamó mucho la atención y no lograba entender es por qué se
llama el guardián entre el centeno. Uno quizás se imagina una historia a partir
del título que nada tiene que ver con la historia que se lee. El problema está
en la traducción. El libro original se llama “The catcher in the rye”. Catcher es
una palabra que se usa para denominar al jugador en el beisbol que se encuentra
agachado detrás del bateador, recogiendo las pelotas que a este se le escapan. Viene
de “catch” = atrapar en inglés. Hay una referencia bastante grande al hermano
mayor fallecido del personaje, que era un jugador de beisbol y que Holden
apreciaba mucho. Holden sigue guardando su guante de béisbol, el cual usa para
escribir un ensayo para un compañero. Él quiere ser el que “agarre” a los niños
y adolescentes para que no caigan en las redes de la adolescencia: drogas,
relaciones sexuales, ansiedad, depresión. También es una referencia al poema de
Robert Burns “Comin thro’ the Rye”, que se menciona en el libro y es un símbolo
de la preservación de la inocencia de la infancia.
EL AUTOR
El escritor es J.D. Salinger (1919 – 2010) que curiosamente escribió esa
única novela en 1951 que fue una gran revolución en su época por su lenguaje y
por penetrar en lo profundo de la mente de un adolescente. Él comenta que está
basada en una historia propia, semiautobiográfica. Curiosamente, Salinger no dejó
que su libro fuera llevado al cine.
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