Team tibios

19 de febrero de 2023

Estos días en Buenos Aires, bajó drásticamente la temperatura a tal punto de batir un récord de la temperatura más baja registrada en el mes de febrero. Veníamos de un clima donde no había más ropa por sacarse del calor que hacía, a un miércoles 15 de febrero donde a partir de las tres de la tarde la sensación térmica pasó de 37 grados a 8°C.

Por un lado, no vengo a hablar sobre esto, ¿pero se pusieron a pensar que esto es por el calentamiento global? Y el calentamiento global no es algo de “qué mal que está la humanidad”. Empieza por vos y por mí. Desde las cosas más bobas, las pavadas que podemos hacer como reciclar las cosas que podamos en casa o poner el aire en 24°C.

Dicho esto, (no podía dejar pasar el momento de concientización) pudimos sentir un poco de lo que es nuestro invierno. Pudimos vivir en carne propia pasar de un calor desorbitante a un frío que muchos de nosotros (de ustedes) extrañábamos (extrañaban). Y, ¿qué les pareció? Creo que los #teaminvierno o #teamverano son parte de un “team” porque celebran lo mejor de cada época. No creo que ningún team invierno disfrute congelarse al entrar en la ducha o intentar salir de la cama, ni ningún team verano se alegre de que le baje la presión haciendo una fila en la calle o trabajar con tanto calor. Todos disfrutamos de estar de vacaciones, meterse en una pileta, leer al solcito, tomarnos un helado. Y también de estar en casa abrigados, tomando una taza de café calentito con el pijama más mullido posible.  

La cuestión es que ahora todo este mamarracho de pronóstico está empezando a calmarse. Y yo aprovecho estos pocos días en donde el frío frío se está yendo, y un calorcito apacible aparece. Esos climas de veintipico de grados. 22°, 20°C, que te dan para ponerte un abrigo tranqui, pero tampoco para prender la calefacción ni el aire acondicionado. Esos días que para los team invierno y team verano no son nada, son tibios.

Me imagino una escena: un día cualquiera, si es en media estación mejor, en un jardín de una casa; hay un solcito que te baña la piel abrigándote, no te quema. También podés estar en una playa, pero de esas que no hay nadie, una de esas costas donde realmente podés escuchar las olas chocando en la orilla. No tenés frío porque el sol te abriga y además no hay viento. Tampoco hace calor. Es un clima ideal. Estás sentado en un asiento cómodo, mirando el verde o el mar. En una mesita al lado tenés un mate con su termo y todo el kit. Algo rico para comer, unas facturas, algún budín marmolado (ni de chocolate ni de vainilla porque #teamtibios). En las manos un libro, de esos que te sumergen en la historia y te pasean por todo un mundo nuevo. O puede ser uno informativo, de esos donde sacás un montón de cosas interesantes…

Imagínate la escena que más te guste. Sacale y agregale cosas. Si te gusta mucho la lluvia agregale unas cuantas gotas y rayos… No te vayas tan lejos, buscá escenas cotidianas, tangibles. Y recrealas. Búscate ese lugar de paz, donde se de toda la atmósfera ideal para escaparte un ratito de la rutina y todos los días, aunque sea por un ratito, ponete a hacer eso que tanto te gusta. ¿Escribir? ¿Leer? Quizás hasta estudiar, con este clima quizás te sirve. Búscate tu momento para estar solo. No para reflexionar ni pensar, ni siquiera para hacer insight. Para disfrutar, para respirar, para agradecer y para simplemente, vivirlo. La de revoluciones que te va a bajar…para mis amigos del team ansiosos, lo recomiendo. No estás perdiendo tiempo de vida, la estás disfrutando.  


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