Vuelvo, después de muchos meses. No por falta de ganas; quizás un poco de
falta de tiempo, otro poco de distracciones con las redes sociales que nos
consumen lentamente el tiempo y la mente. Lo importante es que en todos estos
meses seguí leyendo. No paré. A mi ritmo, claro. Lento, pero continuo. Antes
tenía la costumbre de ir haciendo reseña cada vez que terminaba un libro porque
lo tenía fresco en la mente. Con las próximas reseñas no va a pasar lo mismo y
quizás por eso sean un poco más cortitas, pero no por eso voy a dejar de hacerlas.
Por lo menos no por ahora. Las voy a ir subiendo, nuevamente a mi tiempo,
porque pasatiempo que se hace por obligación y presión, deja de ser pasatiempo.
Dicho esto, el siguiente libro que leí después de “Ay mis Ancestros”, fue
el que bien dice el título de esta entrada: La Hora de la Araña.
¿Cómo llegó
el libro a mis manos?
Siento que cada libro tiene una pequeña historia detrás. Por más simple y
sencilla que parezca, por más que la historia sea “lo vi en la librería y me
gustó”. Algo de ese libro te llamó la atención, por eso compraste ese y no
otro, y voy a empezar a contar brevemente como vengo haciendo en alguna que
otra reseña, siempre que lo recuerde, la mini historia de cómo llegó el libro a
mis manos.
En este caso, este libro fue un regalo de un novio mío de aquel entonces,
que había prestado atención a mis gustos de aquel entonces, donde quizás por
casualidad, estaba leyendo mucha novela policial. Le mandamos un saludo a Edu y
le agradecemos el regalo por si algún día lee esto (¿). Jajaja. Siempre me
gustaron las novelas de John Katzenbach – incluso quiero leer en algún momento
la segunda parte de “El Psicoanalista”- (sí, tiene segunda parte y se llama “Jaque
al Psicoanalista”) así que un poco viene de ese lado. No recuerdo bien el año,
pudo haber sido alrededor del 2018 o 2019. No lo leí enseguida porque tenía
otros en la fila, pero lo guardé impoluto en mi biblioteca hasta este año.
¿De qué
trata?
Siempre dejo la sinopsis al comienzo de la entrada como para que tengan un
pantallazo de lo que puede llegar a tratar la reseña que están por leer, pero acá
quizás me explayo un poco más y lo traduzco más al criollo.
Nos encontramos con Alex Cross, un detective de homicidios de Washington
bastante famoso que también es psicólogo (guiño). Alex tiene dos hijos que
perdieron a su madre hace pocos años en un tiroteo. El libro comienza cuando él
y su compañero acuden a una escena del crimen cometida en los barrios bajos de
la ciudad. El asesinato es de una madre y sus dos hijos que viven en una zona
marginada de la ciudad. Este caso, inmediatamente pasa a segundo plano cuando se
enteran de que dos niños de un colegio de élite son secuestrados por su
profesor de matemáticas llamado Gary Soneji. Las víctimas son el hijo del
secretario del Tesoro Nacional y Maggie, hija de una famosa actriz de cine. La protección
de estos chicos iba a cargo del servicio liderado por Jezzie Flanagan que se
suma a la investigación de Alex Cross que en poco tiempo sospecha que ambas tragedias
pueden estar relacionadas entre sí.
Mi Opinión
Es el primer libro que leo de James Patterson y me pareció un thriller de fácil
lectura, escrito con un lenguaje sencillo. El libro es narrado a dos voces: una
en primera persona por el detective Alex Cross, y otra por un narrador
omnisciente. Los capítulos son cortos lo cual a mi me gusta porque puedo hacer
cortes en cualquier momento al terminar los capítulos y no estoy dos horas para
leerme uno. En total, son 89 capítulos, pero como dije, realmente muy cortos.
Es entretenido y se lee rápido. No es un thriller psicológico que uno diga “wow,
es la mejor historia que leí”. Incluso, hay partes bastante predecibles, pero sin
embargo, algunas también bastante sorpresivas.
De fondo, trata temas bastante profundos como el racismo y la dificultad de
una pareja formada entre un blanco y un negro para salir adelante en una
Washington situada unos veinte años atrás.
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