Alejate de lo que no te aporta en tu vida. Lo tóxico, lo que
te absorbe energía. En muchas ocasiones, conocemos gente con la que creemos
tener todo tipo de conexiones y simpatía pero a veces, con el correr del
tiempo, estas relaciones se vuelven rutinarias y desgastantes. Es cuando nos absorben
nuestra energía positiva cuando debemos alejarnos de estas. Es común que dentro
de una relación comience cierta “rutina”, pero no es de lo que hablo. Es peligroso
cuando estas personas, no solo dejan de estar en sintonía con nosotras, sino
que sentimos que toman nuestro dinamismo y nuestra luz y la van apagando de a
poco.
Es cuando pasar tiempo con tales personas ya no resulta
divertido y nos representa un hastío. Es cuando observamos la mala energía de
la otra persona y cómo repercute en nosotros y nuestro estado de ánimo. Huyan. Huyan
siempre de ahí.
Si la persona es un amigo y está en un mal momento obviamente
no lo abandonen. Mi pensamiento va para las personas cuyo lazo afectivo no se une
más con ustedes y observamos que su personalidad se encuentra oscurecida y
ennegrecida por un halo fatalista. Huid.
Lo único que nos aportan son solo quejas, obstáculos, mala energía.
Huyan antes de caer en ese pesimismo. Priorizarnos en esos casos es lo mejor
que podemos hacer. Cuidémonos. Seguir aferrado a relaciones poco nutritivas es
no permitir el ingreso de nuevas personas en tu vida.
“Algunos finales son
felices, otros tan solo necesarios”.
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