El otro día me terminé el 4to libro del año. Lo digo como si
fuera la gran cosa el número pero es que me resulta súper dificultoso leer por
placer durante el año que si hago un libro por mes ya me pongo contenta. Este es
el cuarto y todavía seguimos en el mes tres!
En esta ocasión, elegí un libro que tenía ganas de leer hace
ya tiempo. Trata sobre la tragedia en los Andes ocurrida en octubre del ’72
donde un avión donde viajaban un grupo de jugadores de rugby jóvenes y algunos
familiares se estrelló en plena cordillera y solo un grupo de 16 personas
sobrevivieron hasta el final de setenta y dos horrorosos días donde el frío y
el hambre carcomían los huesos y cada día era un nuevo milagro de vida.
Este libro es un relato en primera persona de Nando Parrado,
uno de los sobrevivientes y uno de los dos hombres que lograron atravesar a pie
parte de la cordillera para ir en busca de ayuda.
Los acontecimientos creo que los conocemos todos. Mi idea
principal era informarme un poco más acerca de los hechos ocurridos y cuando
terminé el libro me llevé mucho más que eso. Me llevé otra manera de mirar la
vida. Yo le recomiendo este libro a cualquier persona. Creo que todo el mundo
debería leer esta impresionante historia y la manera en que Nando expresa y nos
narra su toque personal en todo lo que le fue ocurriendo. Es realmente
emocionante. Cuenta la historia del antes, de su vida antes del accidente, el
durante, y el después. La manera que el relata que revivió, y nació de nuevo. Cómo
formó una vida a pesar de tanta muerte.
“Todos tenemos
nuestros propios Andes. (…) Ahora, después de más de 10 años de charlas en
público, después de ver cómo mi historia resonaba una y otra vez frente a
públicos de todo el mundo, comprendo que la conexión que siento con ellos está
arraigada a algo más profundo que su admiración por aquello a lo que tuve que
sobrevivir. La gente reconoce en mi historia su propia lucha, sus propios miedos
amplificados a escala épica, hechos realidad sobre un telón de fondo
completamente surrealista. Mi experiencia les da escalofríos, pero también les
da ánimos porque se dan cuenta de que, incluso a pesar de vivir el más cruel de
los sufrimientos, y de tenerlo todo en contra, una persona normal y corriente
puede resistir”.
“Después de todos
estos años, éste sigue siendo el mejor consejo que puedo darte: disfruta de tu
existencia. Vive cada momento. No malgastes ni un instante”.