Esperar. Es algo que tenemos que hacer varias veces al día por distintos motivos. Claramente existen muchos más de diez pero acá hice una lista de diez horribles lugares para esperar por algo...
1.
Antes
de subirnos a un micro.
Por lo menos
en Capital, en Buenos Aires no hay nada más tedioso que tener que hacer las dos
filas antes de poder sentarnos tranquilos en el micro y empezar el viaje. La
primera fila, para dejar los bolsos con el chico que te los sube al micro (sin
olvidarnos de la propina para que no los maltrate). Ahí podés estar bastante
tiempo porque la gente que sube es mucha y cada una lleva como 3 valijas…
Y cuando ya
pasaste esa parte, hay que volver a hacer la fila de personas (pero sin valijas
por suerte) para que te chequeen el boleto (que a esta altura, con el stress
que genera estar en Retiro, las valijas que despachamos anteriormente, el bolso
de mano con sus mil bolsillos asegurados para que no nos roben y las tres
billeteras con plata para diferentes usos, sumado al papelito que te dieron en
el despache de la valija para que la puedas retirar después….no creo que te
acuerdes de dónde dejaste el pasaje). Una vez que te llega el turno, te agarran
y te miran el boletito (ni se gastan en mirarte a la cara a veces), chequeen
que el número de asiento se vaya a ocupar y por fin te dejan pasar (siempre y
cuando no te digan que en realidad te confundiste de micro!)
2.
En
la fila de un supermercado
Ok, no es de
las esperas más tediosas pero sí que es molesto cuando vos solo querés comprar
un par de cosas para la cena y adelante tenés 4 familias con changos llenos con
la comida de todo el mes. Y ni te gastás en ir a la caja rápida porque la fila
llega hasta la zona de congelados del fondo. No, no es muy agradable. Con
suerte nos toca un cajero piola que pasa todo rápido pero si nos toca alguien
nuevo sonamos. Media hora tecleando el código de la lata de arvejas porque “la
maquinita no lo toma”. Y si las familias de adelante tuyo tienen nenes
chiquitos que constantemente están corriendo por todos lados o tocándote y
moviéndote el carro es la pesadilla viviente de los supermercados.
3.
En
un hospital
Hay
distintas maneras y causas para estar esperando en un hospital: Podes estar
esperando a que te atiendan en una sala de espera con cincuenta personas antes
que vos tosiéndote en la cara con andá a saber qué virus encima convirtiendo la
aséptica sala en un caldo de cultivos…
O quizá
estés esperando un resultado de un examen. Quiza después tengas que realizar
otro o ir a ver a otro doctor con ese resultado. Y el resultado no llega, y vos
querés saber qué tenes. Ni la persona más paciente puede con eso.
Pero la peor
espera en un hospital es la que se hace en la sala de espera aguardando alguna
mínima noticia de algún familiar o amigo al que están operando. Esa puede ser
la calma que antecede a un huracán, o la paz que le sigue a una tormenta.
4.
En la sala de espera del dentista.
Es algo que no podemos entender, por qué siempre que
llegamos al dentista, aunque no haya nadie antes que nosotros tenemos que
esperar tanto. Debe ser el médico que más nos hace esperar.. por eso habrán
tantas revistas también. Eso te genera un miedo interno porque encima que tenés
que esperar una eternidad, se escuchan por las paredes algunos niños llorando,
taladros a máxima potencia…
Es la antesala al infierno.
5. En un aeropuerto
No hay nada mas frustrante que encontrarse en el
aeropuerto esperando un avión demorado. Con todos los nervios de viajar y las
ganas de llegar al nuevo destino, que te digan que tu vuelo se encuentra
demorado o que lo posponen para el día siguiente no es una de las noticias más
esperadas que se podrían escuchar. Pero relájense, aunque estén llenos de
valijas, camperas y bolsos, un aeropuerto es un lugar muy seguro y pueden darse
una vuelta por el free shop, seguir gastando plata o esperar (si tenemos algo
de plata) en los salones vip de algunas empresas.
6.
En la parada del colectivo
Algo muy tedioso es tener que esperar en las paradas
de los colectivos que sabemos que nunca vienen. Aunque, supongo que peor es
esperar mucho un colectivo que se supone que tiene que pasar cada tres o cinco
minutos. Eso sí que no te lo esperarías. Y como todas las esperas, se hacen el
triple de tediosas cuando tenemos que realizarlas en medio de una tormenta, sin
paraguas ni techo alguno. Como si no existieran suficientes colectivos, por qué
no vendrán? Misterio.
7.
En un parque de diversiones
Pero sin embargo, no hay espera más ansiosa que la que
se realiza para subirse a una montaña rusa en algún parque de atracciones. Eso
de estar esperando en una fila donde no podemos salir porque tenemos todas las
salidas bloqueadas o por gente o por los barrotes que dirigen la fila y esos carteles
que te dicen “a partir de aquí faltan una hora y media para subir!” con toda la
emoción. Peor aún para el que nunca se subió a una montaña rusa… Viendo
constantemente cómo la máquina con los carritos sube y suspende a las quince
personas por una pendiente de cincuenta metros y las tira a varios y
aterradores kilómetros por hora. ¿A eso nos vamos a subir? Glup.
8.
En la lluvia
Sin mucho que decir, sinceramente este paisaje hace
que toda espera se vuelva molesta. Tener que hacer una fila en el exterior y
sin paraguas… Con suerte podemos meternos en el paraguas de la persona de
enfrente o de atrás nuestro y refugiarnos un poco. Pero si corre viento y nos topamos
con hojas arrastradas por el viento en la cara o esa lluvia molesta finita de
seguro nos sube el malhumor unos cuantos niveles.
9.
A la espera de un recital
Para los fanáticos no es una espera tan frustrante,
sino que algo más ansiosa. Obviamente con mucha impaciencia porque ya queremos
que sea el otro día (es decir, quieren). Porque esperar en una carpa haciendo
fila la noche anterior para ver un recital no lo hago ni por Avril Lavigne o
Taylor Swift. Sinceramente prefiero dormir bien esa noche y llegar temprano
para hacer la fila. Fanáticos. Hacer fila acampando toda la noche para estar de
pie durante todo el recital y a veces incluso con lluvia… Supongo que al ver a
tu ídolo todo eso hace que valga la pena.
10. Baño
de mujeres
Y para finalizar, no hay peor espera que la de estar
haciéndose pis encima y tener que hacer toda la fila larga de mujeres que a
veces hasta sale del baño. Si realmente sentimos que vamos a explotar
tendríamos que considerar escabullirnos al de hombres. Cómo es que nosotras
tardemos tanto y ellos jamás en la historia de los baños tuvieron fila alguna?
Y por si fuera poco, ir al baño es contagioso. Empieza una chica o dos del
grupo de amigas y como todas nos acompañamos al baño cuando las otras cinco
llegan, se “contagian” y su cerebro influye en su fisionomía y les agarran
ganas también. Así es como la fila nunca acaba. En esos momentos me gustaría
tener vejiga de hombre y poder aguantar más…
¿Qué otras esperas no toleras realizar en las
actividades diarias?
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