Dos personas destinadas a conocerse (I)

27 de enero de 2015

Dos personas destinadas a conocerse (I):

-          Mañana voy a ir a esta fiesta, de Seba, mi primo. Él hace polo en el club Arostogalo de libertador y después de competir durante todo el año con varios equipos, el suyo fue el que ganó, y bueno, conseguí entradas gratis. Vamos a ver qué tal. Los chicos vienen conmigo.

-          Sí, el sábado a la noche… No… la verdad que no conozco a nadie. Voy porque las chicas van. El mejor amigo del primo de una amiga, de Sofi, creo que ganó con su equipo porque hacía hockey, o polo, o algo así. Y como las entradas no están tan caras vamos a ir. Total, es la última fiesta del año. Después ya me voy a Pinamar.

-           ¿Qué me voy a poner? No tengo idea boluda. Yo no soy como ustedes que piensan todo dos días antes. Supongo que una remera, una camisa abierta, unos jean o pantalones no sé cuáles y los zapatos que me regalaron para navidad.

-          Un vestido negro al cuerpo. Tiene como una especie de encaje en la parte del cuello y la espalda medio descubierta. Sí, algún arito me voy a tener que poner pero no sé. Supongo que los de oro que me regaló mamá para navidad. Y zapatos claramente los que tienen taco pero en plataforma, los que tienen la hebilla dorada.

-           Va a sonar medio cursi, pero tengo altas ganas de conocer a alguien ahí. Onda, una chica. Alguna copada. Quiero invitarla a bailar, estar ahí con ella pero que no sea como siempre, así que un chape y nosvimo’. Algo más serio. See.. están todas re zorras igual.

-          ¿Vos decís? Ay ojalá boluda. Sí, va a estar lleno de pibes pero la mayoría son todos re mujeriegos mal. Re chamuyeros. Además, a mí no me va conocer a alguien en un boliche, o fiesta, o lo que sea con mucho ruido. Es como que no podés hablar un carajo. Típica que le preguntas el nombre y te dice “¿23, vos?”. Jajaja, no te rías. Me ha pasado.

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-          Ya estoy listo para salir. Me bañé, me cambié y todo en menos de media hora.
-          Estoy en una especie de crisis. El collar que combinaba con los aritos y la hebilla de los zapatos no está por ningún lado de la casa. Acabo de salir de la ducha y no puedo encontrarlo. Ni en pedo salgo sin el collar. Me va a faltar algo. Voy a parecer re desnuda de cuello. ¿Qué cambio? ¿Los zapatos? ¿El vestido? No. Ese no que me encanta.

-          Voy a ver qué me dejaron mis viejos antes de salir para cenar. Igual con unas pizzas yo ya estoy. Aunque me muero de hambre.

-          Bueno, me tuve que cambiar todo el vestuario. Salgo con la pollera blanca y negra, una blusa blanca y zapatos de taco de madera. ¿No me lastimaré los pies? Tengo que comer algo porque sino no llego.

-          Qué rica que estuvo la lasagna que había en el horno. Mi vieja hace la mejor lasagna del mundo. Con esto no quiebro ni a palos. ¿Qué hora es? Ah, las 11… Todavía es temprano para ir a lo de Seba que queda acá nomás. Sale partidito de play.

-          Bueno, volví al vestido porque encontré el collar. Lo tenía debajo de la cama. Con la mudanza seguro se cayó ahí. Tengo que empezar a desenvolver más cajas y no dejar todo tirado. Voy a comer algo porque ya son las once. Bueno, sobró pizza de ayer. Ya fue.

-          Ya las doce y media. Voy enfilando para lo de Seba. Llaves, celu, plata… Pera, ¿y la entrada?

-          Estaba armando la cartera y me di cuenta de que no sé dónde metí la entrada. Me quiero matar. Voy a buscarla por todos lados. Desde que me mudé no dejo de perder cosas.

-          No la encuentro en ningún lado… La puta madre, ayer me la dio. La tenía y la guardé en el bolsillo. ¿Qué jean usé ayer?

-          Estoy hace media hora buscándola y no la encuentro. Le pregunté a mis amigas para ver si sin querer la tenían ellas traspapelada y me querían matar por haberla perdido. No me van a dejar pasar sin entrada… ¿Primero lo del vecino, después las plantas, después lo de mi vieja, lo del collar y ahora esto?

-          No puedo no ir, me van a colgar de las bolas los pibes. No tengo otra forma para entrar. No está lo de Lucho abierto para fotocopiar una… Tengo que ir a esa fiesta. Presiento algo bueno. Tengo que agarrarme a la mina de mis sueños. No sé por qué me vino el presentimiento de que la iba a conocer esta noche y no me puede estar pasando esto. Por pelotudo me pasa. Lo raro es que soy re cuida con esas cosas. Las meto todas en…

-          No la encuentro más. ¿Y si no voy? Al fin y al cabo tuve un día de mierda. Sigo sin estar conforme con lo que me puse y debería acostarme temprano. Mañana viene el electricista a terminar de instalarme los cables… Total no conozco a nadie de la fiesta.

-          Se. En el bolsillo de la billetera. Ahí guardo siempre todo. Y ahí estaba. No entiendo qué mierda tenía en la cabeza para no haberlo pensado antes. Se me está haciendo re tarde. Van a ir todos a esa fiesta. Tengo que ir.

-           No tengo porqué ir…
-          Voy a encontrar a la piba.
-          No conozco a nadie…
-          Voy a cerrar boliche. Hoy me desperté con las re pilas.
-          Estoy re cansada…
-          O sea, no hay manera de que esta noche cuestionen qué hago.
-          ¿Qué hago?
-          Voy a la fiesta.
-          Me quedo acá.

¿Qué meto en la valija?

16 de enero de 2015

            Buenas! Este Sábado me voy a ir con mis amigas a Gesell y no podría estar más ansiosa. Recién hoy me puse a las once de la noche a armar la valija y ya casi que la termino. Solo me faltan algunas cosas, alguna que otra ropa, y lo más importante… poder cerrarla.  
        Siempre que llega la época de las vacaciones y de armar la valija nos agarra como miedo de olvidarnos cosas, y la necesidad de armar listas de cosas que no debemos olvidarnos por nada en el mundo, y también las cosas que son importantes pero no tanto. Mucha gente me preguntó si yo tenía una y la verdad que no tenía una fija. Por eso se me ocurrió armar una lista super completa ahora para los próximos viajes que haga. Y de paso si le sirve a cualquiera que quiera visitar la página mejor J
        Acá va la lista para una mujer que va a la playa (pueden modificarla si son hombres o si no van a la playa). Si me olvido algo pueden avisarme en los comentarios:

EN LA VALIJA:
-          Ropa interior
-          Medias (si llevamos zapatillas)
-          Mallas
-          Remeras, camisas, blusas. (para salir de día y de noche)
-          Vestidos
-          Pantalones, shorts, polleras (ídem para salir de día y de noche)
-          Zapatos (ojotas, zapatillas, sandalias, zapatos para salir de noche)
-          Buzos, sacos, campera de jean (para cuando refresca a la noche)
-          Bolso de playa vacío
-          Cartera para salir
-          Lona
-          Protector solar (+40)
-          Sombreros, gorros
-          Toalla
-          Pijama
-          Plata guardada (más grande que no llevemos en la cartera)
-          Tabletas para los mosquitos, o algún tipo de repelente
-          Cargadores
-          Secador de pelo
-          Paraguas

EN EL NECESSAIRE:
-          Shampoo y Acondicionador
-          Jabón
-          Toallitas desmaquillantes
-          Toallitas femeninas, tampones
-          Lentes de contacto de más (si usamos)
-          Líquido de lentes de contacto si usamos.
-          Anteojos
-          Cepillo de dientes
-          Pasta dentífrica
-          Pinza de depilar
-          Maquinita de depilar
-          Maquillajes
-          Bijouterie: anillos, collares, aros.
-          Perfume
-          Desodorante
-          Kit de uñas
-          Esmaltes
-          Crema de peinar

EN EL BOLSO DE MANO:
-          Pasajes
-          Llaves
-          Billetera con plata (grande, cambio y monedas) y tarjetas
-          Lentes de sol
-          Tarjeta de obra social con número de emergencias.
-          Dni
-          Comida y bebida para el viaje
-          Remedios
-          Lapicera y anotador
-          Celular
-          Auriculares
-          Plata chica a mano (para alguna propina o comprarnos algo sin necesidad de abrir la billetera entera).
-          Algún libro.

Esto es todo lo que me acuerdo. Si me olvidé de algo, pueden dejarme la sugerencia en los comentarios así lo agrego.
Feliz Viaje!!



Noche de Sushi

9 de enero de 2015

                Es ya una especie de tradición, que todos los jueves salgamos a cenar afuera mi hermana, mi papá y yo. Es una bonita forma de verlo a papá más de una vez por semana y mantener siempre el contacto personal. Hace varios años que la tradición eran los miércoles y ahora hace dos años comenzamos a salir los jueves por una cuestión de comodidad en los horarios.
                Para inaugurar la primer salida del 2015, papá nos mandó un mensaje dos días antes preguntándonos si queríamos salir a un restaurante de sushi. Obviamente no nos podíamos negar. Además, si antes habíamos comido sushi siempre era en delivery. Creo que alguna vez fui de chica a a algún restaurante pero claramente me pidieron algo tipo fideitos japoneses.
                 Con mi hermana amamos el sushi y es algo que comemos muy de vez en cuando porque suele ser bastante caro. Así que rápidamente le dijimos que sí y no se me ocurrió mejor idea que preguntarle a una amiga, Marianela (Mariu) qué lugares podía recomendarnos ya que ella es re fanática del sushi.
                Sin pensarlo nos recomendó un restaurante llamado “Xristo” que queda en Maure 1643, entre Soldado de la Independencia y Migueletes (Ver en mapa Acá). Es en Cañitas. Llegamos a las 8 en punto y claramente fuimos los primeros. Acá en Argentina la gente suele salir a comer más tarde. El lugar estaba ambientado con una luz azulada como si estuviéramos entrando en un salón de una fiesta de quince. Nos sentamos y nos recibió un mozo re amable que nos comenzó a dar algunas sugerencias de tablas combinadas que podíamos pedir ya que no teníamos mucha idea de las cantidades y lo que resultaba más rico para la gente.
                
Terminamos pidiendo Harumaki de entrada. 
Sí, los famosos arrolladitos primavera. Y luego de plato principal unas 30 piezas combinadas que luego se transformaron en 10 más porque papá se había quedado con hambre y yo lo acompañé comiendo un poco más. La verdad estaba re llena y habíamos comido demasiado bien. Todas, absolutamente todas las piezas me gustaron, incluso las que tenían palmitos y cosas que no suelen gustarme cuando las como solas. También había uno que eran láminas de salmón con una salsa de maracuyá arriba mezclada con otras cosas riquísimas. Muchos de los sabores que sentías parecían llevarte a otro mundo. Como un viaje astral. Bromeábamos con eso. Lo primero que pensás quizá es que no te va a gustar determinada cosa. Después lo probás y la realidad es totalmente diferente.
               
  Todavía no entiendo cómo pero con todo lo que habíamos comido también nos pedimos un postre. (Sí, no saben cuánto llena el sushi, salís hecho una bola). Probamos a recomendación también de Mariu un postre que se llamaba “helado de pimienta y canela”.


Sí, así nomás. Cuando leí pimienta no quise saber nada, pero es hasta probarlo que si te gusta la canela, ese postre te va a encantar.
                Los precios claramente son algo elevados y más si pedís vino, postre y café como hicimos nosotros. Pero realmente tienen muy buena relación precio-calidad y muchos descuentos por ejemplo con Club La Nación y la tarjeta Mastercard.

                Buenos precios, muy linda la comodidad y el ambiente en general, la atención de diez y la comida super rica.

                Lo recomiendo totalmente y me encantó haber ido ahí. Ya me puedo recibir de crítica gastronómica con esto (?). 







Feliz 2015

5 de enero de 2015

¡¡Feliz 2015!!

     ¡Wow! Una entrada con bastante texto, sí, al fin. En verdad escribo esto sin pensar mucho en el rumbo que pueda tomar ni teniendo muy en claro lo que quiero escribir pero bueno, así suelo hacer cuando me pongo a escribir una historia también. Salen las mejores cosas.

     Empecé el año muy divertida en casa de mis abuelos, con máscaras, serpentinas, espantasuegras que no hacían ruido porque vinieron falladas y mucha música. Con mi hermana y mi primo se nos ocurrió armar toda una fiesta para no celebrar la misma fiesta igual todos los años. Quisimos improvisar un poco, hicimos mix de canciones en un par de cds, compramos lo que dije anteriormente más un pan dulce y nos largamos. Resultado: un fiestón. En las fotos de abajo se puede apreciar la felicidad que tenían todos expresada en sus rostros.

     Después los días siguieron siendo bonitos y aunque pedir que 365 días sean hermosos es bastante difícil e improbable, planeo aunque sea que este nuevo año sea un año bastante renovador y alegre.
Tengo varios sueños en mente que quiero hacer y cosas para cambiar y trabajar así que también va a ser bastante movido.

     Casi siempre los principios de año se viven con bastante alegría porque es cuando uno más pone sus esperanzas en los días que vienen y las cosas que quieren que pase. Yo planeo tomar bastantes acciones para lograrlas. Supongo que ese va a ser el embrague para que las cosas cambien, aceleren, se muevan para adelante.

     No voy a contar todas las actividades que quiero hacer y quizá aunque lo haga seguro me olvidaría de varias pero sí les puedo contar algunas cosas:

     En principal, quiero ponerme al día con el blog y esta vez EN SERIO subir bastantes cosas escribiendo mucho para mí y solo así y con más cariño van a llegar más lecturas. No tengo que tenerlo tan abandonado como estos últimos dos años. Tendría que superarme cada año y hacer cada vez más números de entradas.
     También tengo ganas de hacer dos tipos de desafíos; uno físico y otro más intelectual. Nada del otro mundo. Tengo ganas de hacer esos challenge que se pusieron tan de moda el año pasado de hacer ejercicios en casa ya que cada vez que voy al gimnasio termino abandonando o no me copo demasiado. El desafío mental trata de un book challenge en el cual voy a ir poniéndome libros para leer que sean de puro ocio y no de trabajo. Voy a ver a fin de año cuántos libros por mi cuenta me leí. (No me burlen que seguramente sean pocos pero por lo menos lo voy a empezar a intentar).
     Y bueno, entre otros planes está el de dedicarle más tiempo a cocinar, abrir el libro que me regaló mi tía para hacer muffins y budines con más frecuencia y tratar de hacer la mayoría, cambiar mi cuarto, hacer algún viaje también me encantaría y últimamente me di cuenta de que tengo muchísimas ganas de volver a sentirme enamorada. Sí, algo un poco cursi pero extraño esa sensación que no experimento hace un montón de tiempo. Algo así como desde los últimos dos años que no siento nada nada. Sé que todo este tiempo estuve pendiente a crecer como mejor persona (y lo sigo haciendo) así que habrá que ver qué es lo que me deparan los 365 días.
     Y quizá para nombrar algo más pero no menos importante; escribir. Escribir y escribir mucho. El año pasado tuve la suerte de comprobar que lo que escribía le gustaba a varias personas y eso me alentó muchísimo a seguir dejándome llevar por el rumbo que tomen mis palabras. Como en esta entrada.
     Quiero muchísimo amigarme día a día con la psicología y volver a descubrir la esencia que me enamoró el día que decidí dedicarme a estudiarla.

     Va a ser un año seguramente lleno de altibajos, como todo año. Lo que quiero es estar en diciembre y poder decir “wow, sí que fue un buen año”. Tener fuerzas para soportar todo lo malo, triste, todo lo que me pueda doler y también y muy importante, saber destacar esos momentos de felicidad. Detenerse a pensar por un momento “esto que hay acá es felicidad” aún en cosas que pueden parecer tontas, y luego, seguir disfrutando.

Quiero brindar...


Por mi gente sencilla


Por el amor

 Brindo por la familia


 Así empecé mi año ♥