"No puedo dormirme. Voy a esperar y escribir. Esperar no se qué.
Y escribir lo que espero."
Ella solo quería hablar con él. Era todo
lo que su cuerpo necesitaba para poder dormirse. Escuchar su dulce y calurosa
voz. Ni abrazar un osito de peluche en búsqueda de calor interno, en búsqueda
de ese calor que él en ese momento no podía darle. Ni escuchar música como
solía hacer por las noches en las que se sentía mal y solo quería rehogarse en
esas canciones que interpretaban a la perfección sus sentimientos, ni incluso
llorarle a la almohada; aunque tenía muchas ganas de eso. Sabía que si lloraba,
se rendía. Caía en su propia trampa masoquista. El dolor la consumiría por
dentro y solos vendrían los sentimientos de angustia e ira incontrolables.
También sabía que si su ira se le iba de las manos, al sentirse tan impotente,
al no poder lastimar esos sentimientos, a esa figura mental que se le armaba en
la cabeza tendría que recurrir a autodestruirse. Y no lo haría a propósito,
pero no podría evitarlo.
Por todo
esto no quería derramar ni una sola lágrima. Todo esto se le mezclaba en la
cabeza y en sus más profundos pensamientos cuando la interrumpió un fuerte
sonido. Un mensaje. Un mensaje de su móvil. Inmediatamente lo fue a buscar; era
su novio, la persona que más amaba en toda la tierra que le decía: "No me
esperes, esta noche no podemos hablar". Su respiración entrecortada apenas
pudo dejarla entender lo que él le decía cuando la llamó. Esa llamada duró 37
segundos. En esos 37 segundos él le explicó una serie de cosas que ella no
logró interceptar ya que su teléfono no funcionaba correctamente y su voz se
escuchaba lejana, casi imperceptible. Luego de escuchar un "te amo"
en voz baja se cortó el teléfono y ella no supo más de él. Ella se acostó en su
cama y esperó. Lo esperó aunque él le había dicho que no la espere. Ella
esperó. Esperó y escribió. Esperó no se qué y escribió aquello que esperó.
Luego de pensarlo mucho, no toleró más, inconscientemente buscó aquellos
obscuros pensamientos; y sucumbió a sus sollozos lamentos.
Al final te llame jajjaja. (le cagaba el cuento jaja)
ResponderEliminarJajaj ya se, mi vida resultó tener un mejor final que en este relato. ^_^
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