Y acá estoy. Martes a las casi seis de la tarde. Nada más deprimente que el último día de vacaciones. Acá estoy, despintándome las uñas que tenía tan hermosamente pintadas de rosa (¿). Y a afearme de nuevo para empezar otra vez el colegio. Luego de unas dos semanas que pasaron rapidísimo (como era de esperarse, lo bueno pasa rápido). Y a veces lo malo queda y deprime. Lo feo es volverse a acostumbrar porque cuando uno ya se acostumbra, o sea, dentro de unas semanas me va a parecer común arreglarme para ir al colegio, ver la tarea, la mochila, etc. Pero volver a acostumbrar mi cuerpo a ese ritmo de vida me deprime totalmente.
Lo gracioso es que recibí 3 llamadas de distintas personas para reunirnos a la misma hora. Una hora crítica que tuve que rechazar y que todas al final decidimos rechazar. Sí, las seis de la tarde es una hora crítica porque es el principio del final del día. Ya no es horario para salir si no es un día que no sea viernes o fin de semana y por supuesto anochece más rápido.
18.08: Luz prendida de mi cuarto porque obvio ni llega la luz solar a estas horas. Una mochila todavía sin revisar al lado de un Chiffonier. Un cutex con algodones arriba del escritorio y un jumper colgado de uno de los cajones del Chiffonier. Mis amigas también en sus casas, una comprando chocolate y coca en el kiosko de enfrente, otra escuchando Pink Floyd, y las demás que andá a saber donde están para calmar su depresión. A mi izquierda, el paisaje azul ya oscureciendo sus tonos.
Qué hacer? Seguir intentando huir del porvenir? Deprimirme con música? Engordar de chocolates? Tal vez mejor pensar que la segunda etapa comienza y hay que empezarla de buen humor sería mejor (aunque en estos momentos lo que menos tengo es buen humor). Pero bueno, ustedes saben que yo soy humana y aunque intente dar el ejemplo no puedo a veces. Solo puedo darlo teóricamente, por palabras. Como mi amiga de Pink Floyd dijo.. “Cuanto antes empieze, antes terminará, (…) es positivismo puro. Vamos a estar más cerca de las vacaciones de verano. Dale, son solo cuatro meses, pasan rápido.”
Que así sea.
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