Nueva integrante en la familia

26 de noviembre de 2018



Ella es Kira (derecha). Antes, por algunos meses se llamó África. La encontraron unas personas en una casa abandonada en Gral Rodriguez junto a su hermanito Athos.

El lunes 12 vimos una publicación en Facebook que estaba buscando un hogar de tránsito porque la que le daba tránsito se tuvo que ir de urgencia a Corrientes. Vimos la foto de la perrita y nos encariñamos desde el minuto uno. A la noche de ese lunes llamamos al teléfono pero lamentablemente (y afortunada para la perrita) había encontrado hogar.
                Al día siguiente nos comentó la señora que la perrita todavía estaba en busca de un hogar ya que la familia que le daba tránsito no se la iba a quedar debido a que ya tenían varios perros. Solo querían ser familia de tránsito. Ahí fue cuando el martes 13 de noviembre conocimos a la nueva integrante de la familia. La fuimos a ver y el mismo día la llevamos a casa y firmamos los papeles de adopción. ¿Quién dice que los martes 13 son días malos? Para mí se convirtió en uno de los mejores días del año.
                Kira es chiquita. Tiene 4 meses y lleva con nosotras dos semanas en casa. Le estamos dando las vacunas y todavía se está acostumbrando a casa. Pero día a día se la ve más pizpireta, más suelta y creciendo cada día más. Dicen que va a ser de tamaño mediana a grande. No lo podemos creer! Bueno, en realidad sí. Tiene las patitas largas y cada vez se estira más.
                Le gustan mucho las piedritas Eukanuba, los mimos, la compañía humana y los jueguitos que le vamos comprando (por ahora tiene dos mordillos, una pelota grande y dos de tenis). Pero también juega con medias, papeles, y cualquier cosa que esté al alcance de su boca.
                Si hay algo que nunca le va a faltar es cuidado y amor. Así como ella nos da muchísimo amor cada día. Kirita linda







Desaparecida

17 de noviembre de 2018

Hace bastante que no aparezco por acá. La última visita que hice fue en junio. Terminaba el cuatrimestre. No estuve mucho acá porque me costó mucho volver a escribir. En verdad todo lo que quería hacer en el último posteo era rendir finales y seguir escribiendo. Pero a veces la vida te tiene preparadas cosas mucho más complicadas.

            En julio Brisa, mi perra, se contagió una bacteria llamada Ehrlichia y falleció luego de dos semanas bastante negras. La tuvimos que internar luego de unos horribles síntomas y luego le empezaron a dejar de funcionar poco a poco los órganos. Fue un momento muy duro para la familia porque fue todo muy repentino y porque Martu se encontraba en Irlanda. Mamá y yo tuvimos que apoyarnos la una a la otra para poder transitar esas semanas haciendo lo mejor que podíamos. Se nos fue el 16 de julio. Todavía duele.

            La semana pasada, falleció mi abuela. La llevé en la ambulancia por una deshidratación luego de un cuadro de bronquitis.Ya la habían internado por cuestiones mucho peores. Allí, internada padeció una trombosis. La operaron de urgencia pero su pierna no pudo recuperarse y le empezaron a fallar de a poco los órganos. Todo esto en tres días. Al día siguiente, el sábado pasado, fue el entierro (mi primer entierro). Todavía duele.

            Como verán, no fueron meses muy alegres y todavía no puedo caer en todo lo que pasó. Me cuesta hasta escribirlo, pero sé que escribirlo me hace bien. “Dad palabra al dolor: el dolor que no habla, gime en el corazón hasta que lo rompe” (Shakespeare).

            En medio de todo el dolor, encontramos un rayito de sol. El martes adoptamos a Kira. Una perrita abandonada que estaba en busca de un hogar. Creo que es un pedacito de amor y de vida que nos llegó para llenarnos el corazón a todas y también ayuda a transitar el duelo de la mejor manera posible. Mañana les cuento su historia y cómo llegó a nuestras vidas.

            Lamentablemente no voy a estar de diez mañana ni pasado, ni al día siguiente, ni el otro. Pero en algún momento voy a estar mejor. Todavía duele.