Poema del enamorado y la muerte

6 de marzo de 2016




Un sueño soñaba anoche, 
soñito del alma mía, 
soñaba con mis amores, 
que en mis brazos los tenía. 

Vi entrar señora muy blanca, 
muy más que la nieve fría 
¿Por dónde has entrado amor? 
¿cómo has entrado mi vida?. 


Las puertas están cerradas, 
ventanas y celosías. 

- No soy el amor amante 
soy la muerte Dios me envía. 


- Ay muerte tan rigurosa 
déjame vivir un día.

- Un día no puede ser 
una hora tienes de vida. 


Muy deprisa se calzaba, 
más deprisa se vestía 
ya se va para la calle 
en donde su amor vivía. 

- Ábreme la puerta blanca, 
ábreme la puerta niña. 
- Como te podré yo abrir 
si la ocasión no es venida. 

Mi padre no fue al palacio, 
mi madre no está dormida. 
- Si no me abres esta noche 
ya no me abrirás querida. 


La muerte me está buscando 
junto a ti vida sería. 
- Vete bajo mi ventana 
donde labraba y cosía. 


Te echaré cordón de seda 
para que subas arriba, 
y si el hilo no alcanzare 
mis trenzas añadiría. 


Se rompió el cordón de seda 
la muerte que allí venía... 
- Vamos el enamorado 
que la hora ya es cumplida.

Juan del Encina, s. XVI

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