Es increíble
como nos nutrimos de pequeños recuerdos almacenados. Tenemos desde esos grandes
recuerdos duraderos de los cuales siempre faltan detalles pero así de largo
son. O las pequeñas escenas de algún tiempo de nuestra vida que nos marcaron
para siempre. Unos 2 minutos de una cena, un abrazo, una frase en un lugar
determinado, un último "adiós". Varían desde los más insignificantes
que se nos vienen a la cabeza y nos preguntamos ¿Por qué? ¿Por qué ESA pequeña
parte de mi historia me acuerdo? ¿Tendrá algún valor sentimental o importante
en mi vida? Tal vez nunca lo sepamos, tal vez con el tiempo si. Pero son esos
pequeños recuerdos los que forman nuestra memoria.
Igualmente
nuestra mente es inteligente. ¿Te diste cuenta que tenemos muy pocos recuerdos
realmente FEOS? Obviamente eso varía a las situaciones de vida que cada uno de
nosotros ha vivido pero en general los pequeños momentos
"desagradables" que nos puedan hacer mal en nuestro futuro; nuestra
cabeza los disfraza, mejor dicho los esconde. A veces felizmente nuestra mente
logra borrarlos. Y otras explotan en distintos períodos de nuestra vida de
diferentes maneras. Eso ocurre usualmente con los recuerdos desagradables más
largos, o peores.
Lo que
tenemos que lograr hacer es que siempre que queramos volver atrás nos acordemos
de cosas maravillosas. Que tratemos de no arrepentirnos de nada y experimentar
todas cosas buenas y favorables.